Infertilidad y ansiedad
Cuando la espera no es tan dulce
De acuerdo con la OMS, la
infertilidad es “una enfermedad del sistema reproductivo, definida por la
imposibilidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de
relaciones sexuales sin protección regular”. [i]
A nivel mundial, 48,5 millones de parejas no consiguen concretar su deseo de tener
un hijo.[ii] La Sociedad Argentina de Esterilidad
e Infertilidad estima que, en nuestro país, el 15% de la población en edad de concebir experimenta problemas con
su fertilidad y la cifra va en ascenso.
Muchos de los avances más sorprendentes que la
Ciencia ha desarrollado en los últimos años se han aplicado a la Medicina
Reproductiva, y gracias a ello infinidad de parejas logran el anhelado
embarazo. Sin embargo, se presta poca atención al importante impacto que tanto la búsqueda como los
tratamientos tienen sobre la
subjetividad de la pareja, en la que suelen aparecer síntomas de depresión,
ansiedad y baja autoestima.
Hombre y mujer encuentran, en esas
circunstancias, que fallan en los roles impuestos por la sociedad y la cultura.
En general, sucede que la mujer, quien desde niña jugó a ser mamá con muñecas, al no poder cumplir con el mandato social, siente
afectada su autoestima y menoscabada su identidad como mujer. El hombre, por su
parte, usualmente intenta mostrarse fuerte para amortiguar el impacto en su compañera,
pero también se ve atravesado por cuestiones relacionadas con su condición de
hombre e incluso considera que su virilidad está puesta en entredicho.
Esta situación amenaza, de manera inevitable,
la dinámica de la pareja, que comienza a modificarse. En principio, se deteriora
su vida social. Es común que quienes
intentan concebir sin lograrlo se mantengan al margen, en una primera
instancia, de eventos sociales en que haya niños pequeños; y que, con el correr
del tiempo, se vayan aislando cada vez más para evitar exponerse a la angustia
y al estrés que les ocasiona su problema.
Por otra parte, la vida laboral de ambos se ve asimismo perturbada. Las consultas
médicas obligan a ausencias recurrentes; debido al tiempo que insumen los
diferentes tratamientos.
El hecho de que no se preste la debida atención
a estos problemas pone a los pacientes en una especie de círculo vicioso ya
que, hoy en día, no puede pensarse la infertilidad como un problema meramente
físico. En este sentido, estudios
realizados por el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital
Gasthisberg, de Bélgica, recogieron evidencia de la interrelación que hay entre
variables psicológicas y la función neuroendocrina reproductiva. En ellos se
concluyó que el estrés psicosocial y algunos trastornos de ansiedad tales como
fobias, trastornos de ansiedad generalizada o depresión, impactan sobre la tasa
de fertilidad. Es decir, prueban que diferentes mecanismos psicológicos
intervienen en la regulación hormonal. Y que es impensable ya la dicotomía
psiquis-cuerpo.
De
qué manera se puede ayudar a estas parejas
El abordaje psicoterapéutico ofrece diversos modos de
intervención en las diferentes instancias.
En primer lugar
es fundamental reducir los niveles de
ansiedad para que estos se mantengan dentro de parámetros operativos, de
modo de favorecer las condiciones necesarias para enfrentar el problema de
infertilidad. Es decir, se debe buscar un estado general propicio para comenzar
tratamientos de mediana y alta complejidad o sobrellevar la situación de la
manera más saludable posible.
Por otro lado, es
imprescindible desarrollar estrategias para evitar el aislamiento de la pareja.
Esto incluye la creación de redes de apoyo y contención entre amigos,
familiares o parejas que estén atravesando por una situación similar.
Asimismo, es
importante realizar tareas de psicoprofilaxis quirúrgica, ya que, cuando se
atraviesa un tratamiento de alta complejidad, no sólo se pone el cuerpo en todo
el proceso sino que el costo anímico es también alto.
Por último, cabe
destacar que, si bien con las técnicas reproductivas actuales muchos casos de
infertilidad pueden ser resueltos, los futuros padres que han atravesado
tratamientos y sorteado dificultades viven el tiempo de embarazo con una carga
emocional particular. Por eso, es preciso, en ciertas ocasiones, continuar
trabajando con ellos y acompañarlos hasta el final del proceso.
Lic. Pablo
Barraza
(Psicólogo)
@lic_barraza
[i][Zegers-Hochschild
F, Adamson GD, de Mouzon J, Ishihara O, Mansour R, et al.(2009), el Comité
Internacional de Evaluación de Tecnología de Reproducción Asistida (ICMART) y
la Organización Mundial de la Salud (OMS) glosario revisado sobre terminología
ART 2009 HumReprod 24:. 2683-2687 doi: 10.1093/humrep/dep343.
[ii]Mascarenhas
MN, Flaxman SR, Boerma T, Vanderpoel S, Stevens GA (2012) National, Regional,
and Global Trends in Infertility Prevalence Since 1990: A Systematic Analysis
of 277 Health Surveys. PLoS Med
9(12): e1001356. doi:10.1371/journal.pmed.1001356
No hay comentarios:
Publicar un comentario